Sin Miedo al Éxito

 

¿Sabes?, el otro día me encontraba en un bus,

Me encontraba en la parada para bajar

De pronto mi familia se bajó y pedí permiso para bajar

Y una señora me dijo con su voz engreída de madre moralista

“te esperas por favor”, no me permitió descender

Hasta haberse ella sentado.

 

Escúchame, últimamente no me gusta salir para nada

Ni siquiera para comprar algo necesario,

Al salir de casa siempre salgo encapuchado,

Mirando al suelo en todo momento,

Sin tener contacto ni hablar con nadie,

Solo evitando al sol y a todos a mi alrededor.

 

Seré sincero, no tengo ganas de hacer nada,

Ni de levantarme por las mañanas,

No tengo energía para hacer tareas ni estudiar,

Cosa rara en mí, aunque no lo creas.

 Me aburro siempre en clases,

Y al hacer mis rutinas del día a día.

 

Creo que ya no vale la pena seguir vivo,

Sé que es muy pronto para decirlo,

Pero no importa, pues es algo que me pasa actualmente,

Mi familia no me apoya como antes,

Mis amigos ahora se me acercan,

Pues los ayudo con sus tareas.

 

¿Sabes?, odio la hipocresía, y el mundo está lleno,

Antes mis “amigos” me dejaban fuera,

Pero ahora me consideran,

Mi familia se comportó bien antes,

Luego me acusaron de plagio y me desalentaron

Ahora quieren recuperarme.

 

La gente me atacaba sin cesar en el pasado,

No sabía defenderme, y se aprovechaban,

Luego quise defenderme,

pero nadie se atrevía a atacar nuevamente,

Ahora no vale la pena siquiera el esfuerzo,

No vale la pena defenderse de nada.

 

Escucha, hace un tiempo, me llamaron de diversas formas,

Xenófobo, Racista, Supremacista…

Solo por defender a la profesora usando “Nigger”,

Como parte de un ejemplo de algo malo,

Desde entonces me gane el odio de mis compañeras,

Aún les guardo rencor, por haberme insultado sin reservas.

 

Sé que hay gente que lo pasa peor,

Si miras el mundo, hay muerte, hambre y destrucción,

Comparado con ellos soy un humano feliz,

Pero aun así no tengo energía,

Y debo ingerir remedios para poder dormir,

Solo me limito a observar la felicidad ajena.

 

¿Sabes?, me gusta observar la felicidad ajena,

Pues me recuerda a cuando yo la tenía,

A cuando mi familia era buena,

Cuando tenía apoyo,

Cuando no tenía etiquetas,

Cuando estaba contento.

 

Hay días en que me digo:

“Me esforzaré al máximo y daré lo mejor”

Pero rápidamente, se me arruina el día;

Mi familia no me aporta,

Mis amigos ahora se preocupan, después de alejarme;

Y yo los aprecié en lugar de a los que los valen

 

Hace unos días, hablando con un amigo,

Le conté mi situación y me respondió

“Es normal, no hay ánimos, no hay iniciativa,

Nadie apoya en nada, y te quedas solo…”

“Tú dale nomás, sin miedo al éxito”,

“Sin miedo al éxito”… creo que tiene razón



Comentarios

Entradas más populares de este blog