Obras de un Soñador

Aún recuerdo que cuando llegué al instituto, en séptimo básico (del sistema educacional chileno), uno de mis compañeros tenía fans, solo mujeres, mientras varios de los varones nos hicimos amigo suyo, se trataba de Daisuke Mizukaze, un chico que practica taekwondo. Daisuke es bastante querido en el curso, él incluso era bastante cotizado entre las mujeres, pues todas las chicas del  curso decían que cuando llegaran a la enseñanza media, (del sistema educacional chileno), saldrían con él de inmediato… Spoiler: cuando llegamos a dicho punto, todas se olvidaron de su promesa y lo dejaron de lado. Él en el tiempo en que era cotizado, las chicas lo perseguían, por lo que debía esconderse, un día para esconderse decidió usar un polerón amarillo, que contrario a lo que podrían pensar, fue una buena idea, pues se camufló bastante bien en otoño, logró ocultarse bien y pasar desapercibido. Un día lo descubrieron, descubrieron su escondite, por lo que lo persiguieron, mientras él descubrió su pod

Era un día normal de clases, estoy en el liceo, en Tercero Medio, del sistema educacional chileno. De pronto comenzó a temblar, ¡ES UN TERREMOTO!, todo el lugar se está moviendo, tenemos que seguir con el protocolo, el que está más cerca de la puerta debe abrirla, y todos deben salir ordenadamente, mientras que la profesora en este caso, es la última en salir y debe verificar que todos los alumnos se hayan retirado de la sala de clases… pero hay algo extraño… ¡La puerta no se abre!, alguien le puso el candado por fuera, ¡NOS DEJARON ATRAPADOS!, de repente me paro y, aprovechando que me he ejercitado bastante, hablo - Profe, ¿y si rompemos la puerta? - dije con seguridad - ¿Y quién lo va a hacer?, ¿tú? – preguntó la profesora - ¡Sí, yo lo haré! - respondí con seguridad Entonces oré a Dios, una oración corta solamente diciendo - Señor, ayúdame y dame fuerza, para salvar y ayudar a mis compañeros y a la profesora – A lo que Dios me respondió, me otorgó fuerza, la suficiente para hacer un